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“La actitud del docente no debe ser similar a la del conquistador que impone a los indígenas de las tierras conquistadas su cultura, su lengua y su religión, sino la del investigador que intenta entender el mundo del niño dándole la palabra para comunicar su pensamiento”. Mario Lodi

Pablo era un alumno de 1º de Primaria dinámico y ágil, pequeño en tamaño y se movía por el aula buscando algo que hacer o alguna silla que acogiera y recogiera su intranquilidad.
El tutor hablaba a menudo con él intentando adaptar la escuela a sus necesidades. Había días que lo lograba y días que no.
Una mañana cuando el grupo volvía al aula después de la clase de informática, para recoger el bocadillo antes de salir al recreo, Pablo prefirió saltar por la ventana en vez de salir por la puerta. Cuando se dio cuenta el maestro se acercó y le preguntó:
– ¿Qué has hecho Pablo?
– Salir al patio por la ventana.
– Hemos hablado de las normas muchos días, sabes lo que son –añadió el maestro.
– No, no me acuerdo muy bien de qué son las normas.

El maestro iba encogiendo el estómago y sacando la calma. Afortunadamente, la ventana estaba a 1’50 m. de altura. Así que siguió hablando con él:
– ¿Y las leyes sabes lo que son Pablo?
Como un resorte y poniendo cara de que por fin sabía de lo que le hablaba su maestro, Pablo dijo, estirando el cuerpo con la seguridad que dan las certezas infantiles:
– Eso sí, profe. Eso me lo sé de memoria. Las leyes son esto.
 Y agachándose fue dibujando en la arena del patio mientras decía:“Una L, otra L, las lleyes son estas: las dos elles”.

Poco más que añadir. La “LL” dibujada en la arena de patio sirvió al maestro para reflexionar. Cuántas charlas, cuántas conversaciones, cuántos juegos, cuántos momentos habrían quedado en mundos paralelos sin que este maestro fuera consciente de que no se comunicaba con el alumno.
Hay saltos que te hacen llegar a los niños y niñas.
La escuela que busca y encuentra lenguajes para llegar a las criaturas es nuestra escuela.

Desde Huelva, pas(e)ando por Italia, Madrid y volviendo a ti.
Gracias por tu bella imagen, M. Jesús Feria.
Gracias por tu hacer en la vida y en las escuelas, Mario Lodi.
Gracias Pablo, por tu salto a deshora.
LupeMcepMadrid.