Covid-19 y la educación en casa (José Luis Alonso)

Siempre me ha resultado difícil plantear y sugerir a las familias actividades o  formas de actuación en casa. Son tantas las circunstancias diferenciadoras que existen entre las familias, tantos los factores que intervienen que me resultaba complicado pasar de las ideas generales. ¿Cómo ayudar a la hora de hacer un ejercicio o de animar un proceso de investigación? ¿Cómo explicar su papel en función de lo que hacía el niño o la niña? En cualquier caso, como el contacto era diario podíamos intentar ajustar esas actuaciones.

José Luis Alonso MCEP – Madrid

Pero cuando se trataba de cuestiones no académicas, cuando hablábamos de maneras de estar o actuar, del papel que tenían en casa o de cuestiones que afectaban a aspectos más generales les hacía una pregunta ¿Imagináis que dentro de unos años seguís igual? Entonces, surgían los temores, los gestos, las miradas que manifestaban que eso no sería fácil de soportar.

Entonces les planteaba que si ese futuro no les parecía adecuado se trataba de actuar en consecuencia. Les sugería que se plantearan cómo querrían que fuese o sucediese en determinada situación dentro de esos años. Y a partir de esa respuesta, de ese proyecto, empezar a dar pasos de forma cotidiana para que ese mañana fuese posible. Porque lo que tenemos claro es que las personas no nos levantamos un día actuando de forma diferente al día anterior. Todos vamos aprendiendo y evolucionando en base a las experiencias que vamos viviendo.

A partir de esta idea, planteo que aprovechemos este tiempo de confinamiento, sin escuelas, que nos queda por vivir para retomar algunas cuestiones que normalmente no podemos abordar por falta de tiempo: ¿cómo queremos y nos gustaría que fuese la convivencia familiar?, ¿cómo y qué aristas de nuestra personalidad nos resultan más conflictivas?, ¿qué aspiraciones y deseos tenemos?, ¿cómo utilizo mi tiempo?, etc.

Con esta intención en mente muestro algunos de los recursos que utilizo habitualmente en la clase para intentar darles presencia en casa, aceptando que las circunstancias son  diferentes y que su aplicación será consecuencia de las distintas interpretaciones y casuísticas particulares. Pero también en el aula, con cada niño o niña, con cada nuevo curso la propuesta se adapta y se ajusta para intentar llegar a todos.

Espero que esta breve recopilación de recursos sea de utilidad y facilite un dialogo educativo dentro de la casa

Asamblea. Momento de encuentro familiar que permite organizar la convivencia y la actividad a partir de las propuestas e intereses de todos. Debe tener un horario establecido, conocido y aceptado: en el desayuno, antes de comer… Hablamos de cómo organizamos las actividades y tiempos comunes, de las tareas individuales, de los roces y conflictos, de planes de futuro, de cuestiones que nos interesan…

Los clásicos buzones de “felicito, crítico y propongo” pueden adaptarse para dedicar ratos a comentar retazos de nuestra convivencia. Al felicitar salen a la luz los detalles que nos gustan permitiendo agradecer aportaciones, detalles que nos hacen la vida más agradable. Al criticar abordamos los elementos que distorsionan, que causan roces y nos permite hablar y comunicarnos sobre cuestiones más íntimas. Por ultimo al proponer vamos facilitando que en la organización colectiva se recojan demandas e intereses de todas las personas y permitimos que surjan ofrecimientos que aportan beneficios al resto.

Cooperación y apoyo mutuo. Es la base de toda la actividad y convivencia. Solos y aislados no podemos vivir. Necesitamos de los demás para crecer. La relación y la colaboración con el otro nos ayudan a estar mejor. Somos dependientes, la vida es posible por la aportación de muchas personas como estamos descubriendo al estar en casa. Suele ser un tema recurrente en las asambleas al chocar visiones y deseos individuales con los comunes.

Organización de tiempos individuales y colectivos. En la medida de lo posible deben estar bien definidas las tareas y delimitados los tiempos que requieren la participación de todos. Las tareas domésticas: limpieza, cocina, mantenimiento, ropa, compras… no son responsabilidad de nadie en concreto, tenemos que decidir qué aporta cada cual en cada momento.

El resto del tiempo de uso individual se organiza dando cabida a las obligaciones (teletrabajo, tareas escolares…) y a las apetencias y deseos individuales si no entran en conflictos con los de los demás.

Cada cual debe tener su plan, su agenda, y responsabilizarse de llevarla a cabo.

Talleres. En el cole recogemos bajo este nombre un sinfín de actividades que requieren una actividad física con una finalidad práctica de hacer o desarrollar alguna propuesta. En casa, en función de las posibilidades, tanto personales como materiales, tiene cabida las creaciones plásticas, las musicales con canciones y bailes, las literarias –tanto de escritura como de lectura-, las creaciones de imagen o sonido si podemos utilizar algún móvil, los talleres de mantenimiento (limpieza, reparaciones, costura, cocina…), etc. Se puede incorporar cualquier otra temática que se nos ocurra. El taller de juegos lo desarrollo aparte.

Taller de Juegos. El juego siempre ha sido un gran aliado y un recurso estupendo para relacionarnos y aprender muchas otras cuestiones además del propio juego. Algunas familias me siguen recordando cómo sus hijas aprendieron matemáticas en los primeros cursos jugando con la baraja española. Según la edad, los recursos, las personas que estemos… podemos decantarnos por unos u otros. Desde los clásicos: parchís, oca, dominó, cinquillo, brisca, escoba… sin olvidar las típicas damas y el ajedrez. Si disponemos de conexión a internet puede ser una excelente ocasión para iniciarse o adquirir dominio en este juego que contribuye como pocos al desarrollo de un número amplio de capacidades mentales.

Actualmente existe un amplísimo abanico de juegos de cualquier tipo, pero se trata de aprovechar lo que tenemos accesible en este momento. Cualquiera puede hacernos pasar buenos ratos.

Investigaciones. Siempre empezamos a partir de algún interés, de algo que queremos conocer, y a partir de lo que sabemos del tema nos planteamos una serie de cuestiones que nos ayudan a elaborar un plan de trabajo que nos permita ir obteniendo respuestas o nuevas preguntas. Pueden ser cuestiones que provocan nuestro interés o cuestiones relacionadas con nuestra vida diaria. De pronto nos estamos dando cuenta de todas las personas y oficios que son imprescindibles para poder seguir viviendo estando confinados; esto nos abre toda una investigación del entorno. Nos surgen infinidad de dudas y cuestiones sobre el virus, su incidencia, qué pasa en otros lugares… Y siempre tenemos la posibilidad de ahondar en la historia de la propia familia, no nos podemos desplazar pero tenemos medios para hablar y preguntar. O cualquier otra temática que siempre nos ha interesado pero que no encajaba en la propuesta escolar.

Actividades obligatorias. Como en la clase, hay cosas que nos vienen de fuera que nos marcan obligaciones, a los mayores puede ser el teletrabajo a las criaturas las propuestas escolares. Cada familia tiene que valorar el tiempo y el lugar que van a tener estas propuestas. Es un tema importante, pero no debe ser fuente de confrontación, conflictos o imposiciones. Es necesario valorarlas e incorporarlas como una actividad más.

La correspondencia. Nos permite mantener contacto e intercambiar noticias, trabajos, experiencias con personas que no están en el aula. Ahora con personas que no están en nuestra casa. En función de los medios de los que dispongamos se podrán hacer y abordar más o menos cuestiones: teléfono, mensajes, videoconferencias…

Actividades colectivas. Cosas que podemos preparar y hacer entre varios. Desde una canción, un baile, una receta, un rato de lectura en voz alta, ver una misma película, preparar una sorpresa… En ocasiones el hacerlo acompañados nos permiten saborear más y mejor la actividad. Y, fácilmente puede dar lugar a un espectáculo en vivo o retransmitido a la familia o a los compañeros. Según los recursos y las ganas, a veces, se pueden preparar sin estar en el mismo espacio.

Aportaciones voluntarias. En clase nos alegra recibir a personas que vienen de fuera para contarnos, enseñarnos y deleitarnos con sus conocimientos o su hacer. En casa, si una persona tiene una afición, una experiencia o un conocimiento que puede entretener e interesar a otras es un momento estupendo para compartirla. Cantar, bailar, tocar un instrumento, dominar un juego, hacer una receta, hacer un teatro, una película con el móvil… la lista sería interminable. Se trata de pensar y ver qué podemos enseñar o nos gustaría aprender de las personas que nos acompañan.

Y siempre abiertos a lo que la vida nos ofrezca. Podemos tener una programación, una clase preparada estupendamente y sin embargo hay días que no salen porque surgen imprevistos, elementos, circunstancias, estados emocionales, desencuentros… Y aunque nos empeñemos no podemos evitar que la clase no salga como pensábamos. La experiencia nos va enseñando que en esas ocasiones es mejor estar abiertos, aceptar lo nuevo y ver cómo podemos aprovechar esa novedad para construir y vivir el momento, sabiendo que será algo diferente pero no menos valioso.

Para terminar me gustaría recordar que como en el aula, en la casa convivimos personas diferentes que vamos aprendiendo a estar juntos, a ayudarnos, a respetarnos, a querernos, a cuidarnos… y que eso es más sencillo y más fácil si entendemos que podemos meter la pata o equivocarnos, pero que no pasa nada si tenemos claro que somos un grupo que aprende y crece. Y con sonrisas y abrazos es más sencillo el camino.

José Luis Alonso MCEP – Madrid

 

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2 thoughts on “Covid-19 y la educación en casa (José Luis Alonso)”
  1. Parece evidente, obvio, lo que aquí se propone. Pero es necesario traerlo a la vista para que caigamos en ello. Me parece una idea estupenda, esa dialéctica entre lo que se trabaja y aprende en el cole, con lo que se aprende y trabaja en casa.

  2. Excelente visión de la relación que tiene que primar entre el profesorado y la familia en el proceso educativo del alumnado y buenas pautas para este período de confinamiento en la casa. Y válido tanto para profesorado como para las familias.

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