EN DEFENSA DE LOS GRUPOS MIXTOS
Una de las soluciones que se ha aportado desde la administración para la reducción de ratios en Infantil y Primaria por la pandemia, ha sido la constitución de grupos mixtos, internivelares, de dos niveles consecutivos. Que su intención haya sido el ahorro de personal, para no desdoblar todas las aulas…no digo yo que no, pero los maestros y maestras que nos dedicamos a esto de educar de forma integral a la infancia debemos aplaudir esta oportunidad.
Y además de internivelares, lo más heterogéneos posibles, donde el género, la procedencia, la etnia, la clase social y el nivel curricular sean muy diversos. ¡Que gran oportunidad para el aprendizaje! también para el aprendizaje de cómo ser mejor maestra!
Desde que nacemos hasta el día de nuestra muerte nuestro desarrollo físico, psicológico, intelectual, emocional es completamente personal, cada persona damos nuestros primeros pasos a una edad distinta, aproximada pero no idéntica, descubrimos la lectura en distintos momentos, escribimos nuestro primer texto a distintas edades, comprendemos una ecuación cuando llega el momento…. Es una falacia pensar que todo el alumnado de 2º de primaria el 16 de enero del 2021 aprenderá a la vez la propiedad conmutativa, por ejemplo; dicho así, parece hasta ridículo, pero eso es lo que se defiende con la uniformidad de los grupos, del currículo, del libro de texto como guía, de argumentar que los niveles no pueden estar “mezclados”.
Todo esto dejando a un lado la socialización, parte primordial de la educación obligatoria. La infancia se desarrolla en un contexto social de edades variadas, las relaciones con tus hermanos, primos, vecinos y amigos del parque no están vinculadas por la edad. Ni de peques, ni de adultos. Pensad en vuestras parejas, amigos…. Será casualidad que tengan la misma edad que vosotras. Es que la variedad es tan enriquecedora, nos enseña tanto, nos ofrece la posibilidad de que las experiencias de otros nos hagan crecer.
En la parte práctica (que es lo que preocupa e incluso asusta a algunos maestros); las propuestas de aprendizaje han de ser abiertas, donde cada niño o niña desarrolle sus capacidades sin sentir que es menos o más que el de al lado; que den oportunidad de trabajar en equipo, aprendiendo de todos, ayudando y siendo ayudado; el espacio será motivador al aprendizaje, con libertad de movimientos (dentro de estas burbujas en las que nos movemos ahora) ofreciendo rincones, zonas o ambientes donde podamos elegir lo que más se adecúa a mi forma de aprender; los libros de texto serán una herramienta más, como cualquier otro texto en la biblioteca de aula, el lenguaje será el vehículo para todas las materias, leyendo y escribiendo en distintos soportes, géneros, modelos…; la evaluación será continua de verdad, con portfolios, gráficas, con dossieres, autoevaluación propia y de equipo, valorando muchos aspectos, no basada en la memorización.
La experiencia ya se vive hace muchos años en las aulas unitarias de los CRA, en algunos coles las disfrutamos hace algunos cursos y ya no queremos cambiar a la homogeneidad del nivel. Os animo a disfrutar de la ocasión, a descubrir otras formas de hacer, a hacer realidad un poquito eso de “otra escuela es posible”; os aseguro que el currículo no se ve comprometido, es más se potencia y se profundiza más que cuando está limitado “a lo que toca”.
De la administración esperaremos, que cuando esto pase y volvamos al cole de siempre, nos deje mantener las cosas buenas que estamos exprimiendo de la situación, entre ellas los grupos internivelares que harán colegios mucho más vivos.
Marta González de Eiris Martín– Mcep de Madrid
Muy acertado, interesante y bien argumentado.
Ojalá muchas maestras y maestros se hicieran eco de esta alternativa.