2-Descripción de la actividad:
2-1- Introducción a la Sonrisa Interior:
Primer y fundamental paso; la sonrisa suavizante nos conecta directamente con la fuerza vital, siendo la clave de la apertura a la comunicación con nosotras mismas a través de los sentidos. El hecho de sentir permite poner la atención en el momento presente, que es el lugar en el que la energía se encuentra siempre disponible.
2-2 – Introducción a los Seis Sonidos Curativos del Tao.
Los maestros taoistas descubrieron seis sonidos que eran las frecuencias adecuadas para mantener los órganos en óptimas condiciones y prevenir o aliviar enfermedades. Llegaron a la conclusión de que un órgano sano vibra a una frecuencia determinada. A partir de ahí desarrollaron determinadas posturas para acompañar a tales sonidos y activar los canales de energía correspondientes a cada órgano. Estos sonidos eliminan la energía negativa de los órganos produciéndose sanación con la eliminación de tensiones en los mismos.
La capacidad de dirigir el flujo energético a los órganos vitales se desarrolla especialmente a través de los seis sonidos curativos. Modificando el flujo energético en los órganos actuamos directamente sobre las emociones. Así mismo la capacidad de sentir y acariciarnos a través de la sonrisa revitalizante se desarrolla conectando con cada órgano. Este es un importante paso a realizar a través de las prácticas con la energía y comprobar cómo la práctica diaria de los Sonidos Curativos devolverá y mantendrá la vitalidad y la buena salud.
2-3– Concentración, respiración consciente manteniendo la sonrisa interior acariciando interiormente nuestro cuerpo:
Procuro mi silencio. Sentada en correcta posición, alineado y relajado mi cuerpo, cierro los ojos y me centro en mi, me conecto y me escucho durante unos segundos o minutos. Con una profunda y suave sonrisa acaricio todo mi ser, desde la cabeza a los pies y viceversa. Siento esta diferencia. Con la sonrisa permanente en mi rostro siento la planta de los pies bien acoplada en el suelo y conecto con la energía de la Madre Tierra que asciende hasta mi corona. Me conecto así mismo con la energía del Universo que entrando por mi corona desciende hasta mis pies. Todo ello con calma, tratando de escucharme y de sentir.
2-4- En posición de pié, mejor descalzas o con zapatillas adecuadas: con ligera flexión de rodillas alineamos nuestro canal central, columna bien derecha y coxis apuntando al suelo, hombros hacia atrás, barbilla horizontal, mirada al frente, cuerpo relajado y cara sonriente. Sintiendo la planta de los pies bien acoplada al suelo, como enraizadas recogiendo energía de la tierra y nuestra corona conectada con la energía del universo, En esa conexión, conscientes de la posición y del momento hacemos unas respiraciones de modo suave y profundo.
2-5- Ejercicio de descarga; En la posición adoptada en el paso 2-4, con intensidad, pero sin forzar, con las manos bien sueltas y hacia abajo sacudimos brazos, manos y cuerpo entero cerramos los ojos a la vez que emitimos el sonido relajante; Aaaaaa!. Continuamos durante unos segundos/minutos, según necesidad o apetencia.
2-6- Breve práctica experimentando los seis sonidos curativos:
Para lograr el debido efecto es preciso adoptar la postura adecuada, descrita en el paso 2- 4, y repetir el paso de soltar, 2-5, pero con el correspondiente sonido para cada uno de los órganos, como inicio para el ejercicio aplicado a cada uno de los sonidos.
A la vez que se realiza el referido movimiento de soltar con brazos y manos, se emite el sonido oportuno; levantamos con suavidad la cabeza mirando ligeramente hacia el techo, provocando así que se abra una vía directa desde la boca hasta cada órgano. Con este movimiento de sacudida emitimos el sonido durante unos segundos/minutos.
Después del ejercicio de soltar hacemos un segundo ejercicio de emisión del sonido a la vez que, con la intención y con las manos, dirigimos la energía directamente con la intención al órgano. Tratando de comunicarnos con él intensamente, de acariciarlo, sentir su vibración, escuchar las emociones contenidas y descargando la emoción negativa.
Repitiendo esta fórmula descrita, de la misma manera indicada, se continúa con cada uno.
En la práctica realizada, a modo de prueba, hemos experimentado con los siguientes:
Pulmón: Sonido al soltar el aire: SSSSSS
Emociones asociadas: tristeza, depresión, melancolía. // honestidad, valor optimismo.
Riñón: Sonido al soltar el aire:UUUUUG.
Emociones asociadas: miedo, desconfianza. // suavidad, confianza,
Hígado: sonido al soltar el aire: SHCCC,
Emociones asociadas; ira, agresivida, rabia. // amabilidad, generosidad.
Corazón: Sonido: HAAAACH.
Emociones: impaciencia, crueldad, odio, // amor, alegría, felicidad.
Bazo-páncreas: GRRRR,
Emociones; preocupación, ansiedad, dudas. // apertura, integridad, bondad.
Triple calentador: Hiiii.
Conecta los tres calentadores: superior (cerebro, corazón, pulmones), medio (hígado, estómago, páncreas-bazo) e inferior (riñones, órganos sexuales e intestinos).
Se puede realizar, tanto en posición de pie como sentada, levantando los brazos hacia el cielo, agradeciendo, recogemos con las manos abiertas la energía del universo y simultáneamente emitimos el sonido juntando las manos, a la altura del corazón, en posición de gratitud.
2-7- Después de estos seis sonidos hice referencia a la importancia, sobre todo en la mujer, de trabajar el músculo pélvico y los órganos genitales; por lo cual, desde la posición sentada en el suelo -estilo buda- recomendando utilizar un cojín o taco, añadí un ejercicio para los ovarios con el sonido: SSSOOOOMM y para el útero con el sonido: HAAAAMM.
3-Posible aplicación a niños y niñas:
Hemos comentado sobre diversas experiencias referidas a la inclusión de algunas prácticas escolares experimentadas por profesionales de diferentes etapas educativas allí presentes. Hemos visto la posibilidad de integrar, en forma amena y tendiendo a lúdica, ciertos aspectos de la vivencia del cuerpo y del trabajo energético mismo en base a algunos mantras a través del yoga, aplicado éste a la infancia desde hace muchos años.