INTRODUCCIÓN
Somos una federación que reúne una gran diversidad de personas y culturas. Entre nuestros miembros hay representantes de los hemisferios norte y sur, del este al oeste del globo, de economías desarrolladas y menos desarrolladas, de países ricos y pobres. En términos de organización política, tenemos repúblicas y monarquías, Estados laicos y Estados religiosos. Y toda esta diversidad confluye cada dos años en el RIDEF, con tantas realidades diferentes que buscan un espacio de diálogo, cooperación y aprendizaje mutuo basado en los principios de la pedagogía Freinet.
Este es el ambiente diverso y multicolor que nos caracteriza, y no es de extrañar que en un entorno así surjan contradicciones y conflictos.
Uno de los legados más importantes que nos dejó Freinet es precisamente el hecho de haber creado un movimiento de educadores. Freinet creía en la capacidad de cada profesor para crear conocimiento sobre la práctica docente y en el valor del aprendizaje cooperativo, del aprendizaje que tiene lugar en una comunidad de conocimiento.
Otros grandes maestros de la educación son también nuestros interlocutores para profundizar y mejorar nuestra profesión de «aprender enseñando y enseñar aprendiendo».
Hablamos de una educación emancipadora, y eso sólo será posible si nos organizamos como comunidad productora de conocimiento.
Aprendimos de Paulo Freire que la emancipación no es algo que se le pueda dar a alguien, sino el fruto de una lucha colectiva. Como decía Freire: «Nadie emancipa a nadie, y nadie se emancipa solo. Los hombres y las mujeres se emancipan en comunión».
Nuestra federación está vinculada a la lucha por la emancipación y, en este sentido, debe intentar debatir y explicar de qué o de quién queremos emanciparnos. Las enormes diferencias en las realidades cotidianas que viven los docentes en todas las escuelas del planeta nos han enfrentado a crueles desigualdades e injusticias históricas que se han intensificado con el avance del neoliberalismo. Luchamos por una pedagogía emancipadora dedicada a la formación de una ciudadanía crítica y democrática, pero encontramos obstáculos incluso para reunirnos cada dos años cuando nos enfrentamos a políticas migratorias que impiden la libre circulación de nuestros compañeros. Luchamos por un enfoque emancipador de la educación y, a pesar de enfrentarnos a desigualdades e injusticias, buscamos unir nuestras voces y las de nuestros niños y adolescentes para crear un mundo más justo, un mundo en el que la paz entre los pueblos sea un derecho universal. Un mundo en el que se contenga el consumo que destruye el planeta, y en el que el mayor valor sea nuestra humanidad, no los bienes materiales que se puedan comprar. Y en el que podamos encontrarnos en cualquier país del planeta y apreciar nuestras diferencias y similitudes como ciudadanos del mundo.
En los últimos años, la FIMEM ha tenido que hacer frente a situaciones de crisis (como la pandemia) y a problemas internos de nuestra federación que, aunque ya estaban presentes, se pusieron de manifiesto en el RIDEF 2022 de Agadir. Ahora sabemos que nuestra diversidad cultural nos invita a aprender aún más los unos de los otros. Esta Junta Directiva actual se formó en el RIDEF 2022 y, al final de este bienio, habremos celebrado un total de 4 Asambleas Generales: dos Ordinarias y dos Extraordinarias. Cuatro Asambleas Generales en dos años demuestran la fuerza y el vigor que caracterizan a nuestra federación y revelan también la voluntad de todos los movimientos de participar en el debate y, desde la convivencia democrática y el respeto a las normas que nos rigen, fortalecer la propuesta de una educación transformadora y una escuela verdaderamente inclusiva para todos los niños, niñas y adolescentes.
Todo esto ha requerido una enorme dedicación y un trabajo activo por parte de la Junta Directiva para atender las demandas ordinarias y extraordinarias que se han presentado en estos dos años. A continuación comentaremos los principales logros de este bienio.