KIKIRIKÍ…Nº 73. Junio-agosto 2004. Dosier: Cuestionando la LOCE

SUMARIO    COOPERACIÓN EDUCATIVA KIKIRIKI, 73 (Junio- Septiembre 2004)

*EDITORIAL:
Manifiesto por otra escuela

*DEBATE:
Cuestionando la LOCE
La LOCE, un episodio más de la historia de un éxito que se  enmascara: las Reformas Educativas.    –  José Francisco Murillo Más
Sobrevivir a la Ley de Calidad.    –  Pedro María Uruñuela Nájera
Las rebajas de la LOCE para la Educación Infantil.    –  Teresa Toribio

*DOSSIER:
La enseñanza de las matemáticas escolares: problemas y perspectivas
La enseñanza de las matemáticas escolares.    –  Manolo Alcalá Hernández
La matemática como lenguaje.    –  Manolo Alcalá Hernández
El aula, escenario de las matemáticas.    –  Carlos Gallego
Algunas recomendaciones para facilitar el aprendizaje.    –  Manolo Borges
Sobre las matemáticas.    –  José Luis Alonso
Reflexiones matemáticas.    –    Paco Lara
Lecturas, materiales y recursos.    –  Manolo Alcalá Hernández . .

* TANTEA
Hasta los cuentos se cuentan. Las matemáticas en un aula de Infantil.    –    Cristóbal Mayorga
Matemáticas, una mirada distinta.    –  Paco Carvajal
Las emociones y las matemáticas.    –  Cándido Medina
Patrones numéricos y cuadrados mágicos. Un recurso para investigar en el aula.    –  Cristóbal Macías
Las matemáticas son noticia.    –  Pepe Muñoz Santonja
Feria matemática.    –  José Damián Zaragoza
Qué son las olimpiadas matemáticas.    –  Luis Berenguer
Trabajo con mapas.    –  Pepe Miras

* COMENTAMOS 

 

EDITORIAL   MANIFIESTO POR OTRA ESCUELA’ 

La escuela que tenemos hunde sus raíces en la sociedad decimonónica y obedece a una lógica de otro momento histórico  diferente al actual.Al mismo tiempo, la escuela que tenemos es una de las posibles, y han sido innumerables las corrientes de pensamiento y de acción que la han criticado y la han intentado modificar. Desde nuestro punto de vista, y sintiéndonos  deudores de esta tendencia “alternativa”, consideramos que la escuela ha de ser revisada en profundidad desde las  perspectivas del siglo XXI. Consideramos también que este planteamiento debería ser un objetivo de toda la sociedad y que es necesario, por tanto, fomentar un debate democrático y participativo en torno al sentido y a las funciones de la escuela de  hoy, tanto en sus dimensiones ideológicas y políticas, como en las estrictamente pedagógicas.

Como parte interesada en dicho debate, la Red por una Escuela Pública y Alternativa (REPA) quiere dejar constancia, a  través de este Manifiesto, de algunos aspectos significativos de la escuela que consideramos necesaria y que tratamos de  fomentar como ciudadan@s en nuestros diferentes ámbitos de actuación personal o/y profesional.

Escuela pública, laica y de calidad: Ante la irrupción de la lógica del mercado disfrazada de calidad en el campo de la  educación, y ante la creciente influencia de una lógica confesional en la misma, creemos necesario y urgente recuperar el  concepto de “escuela pública” con un sentido claramente laico y comunitario, que, sin perjuicio de adaptarse a las nuevas  necesidades sociales, siga siendo un servicio básico fundamental. Ello exige la concienciación y el esfuerzo de la sociedad,  los agentes educativos y los responsables políticos, que han de garantizar, legal, económica y profesionalmente, su  existencia.

Compromiso con los débiles: Aunque el problema de la compensación de las desigualdades no es un problema escolar sino  social, la escuela juega un importante papel en el desarrollo de una igualdad de oportunidades, en el sentido de  proporcionar a quienes en ella se forman oportunidades de valor equivalente. Por lo tanto, se enfrenta al reto de admitir la  diversidad, pero evitando la desigualdad.

Integración de conocimientos, afectos y experiencias: En la actual escuela los alumnos y alumnas reciben grandes  cantidades de información que con frecuencia no se convierte en conocimiento relevante, mientras que, de forma tácita, su  comportamiento es modelado a través de significados y valores poco coherentes con los fines educativos declarados. En ese  sentido, una escuela alternativa ha de promover experiencias verdaderamente ricas, que integren los conocimientos, los  afectos y la intervención en la realidad.

Contenidos culturalmente relevantes: La escuela que pretendemos debe superar la obsesión por abordar un currículum  cerrado, acotado y organizado exclusivamente en torno a temas disciplinares, y trabajar, más bien, en la construcción de un  currículum flexible, autónomo y organizado en torno a “cuestiones personales, sociales y ambientales relevantes que  preparen a los alumnos y alumnas para afrontar críticamente las incertidumbres del mundo en el que vivimos y para  participar activamente en su transformación.

Flexibilidad y apertura en los espacios, tiempos, agrupamientos y actividades: La escuela pública tiene que eliminar las  barreras que dificultan que los centros puedan llegar a ser verdaderas comunidades de aprendizaje. Esto implica el cambio  de tradiciones muy consolidadas relativas a la organización y uso de los espacios y los tiempos escolares, a la estructura de   los grupos de alumnos y al desarrollo de las actividades. A este respecto es necesario establecer espacios de colaboración  activa entre los centros escolares y otras instancias sociales de la comunidad.

Cambios participativos y con visión estratégica: Los cambios en la escuela no se pueden imponer, sino que tienen que estar  basados en la participación profesional y comunitaria, en la co-responsabilidad y en la construcción gradual y sostenida en  el tiempo. En este sentido, hay que entender estos cambios con un carácter estratégico, pensando en el medio y largo plazo,  situándolos más allá de los vaivenes políticos o de las generalizaciones y reformas que se propongan por vía exclusivamente  legal.

Radicalidad en las ideas y realismo en las prácticas: A partir de un planteamiento estratégico del cambio, habría que  aprender a combinar adecuadamente la radicalidad de las ideas, de los principios y de las visiones alternativas con el  realismo de prácticas innovadoras posibles y satisfactorias, sin caer en el autoengaño ni en la culpa y manteniendo, en todo  caso, un compromiso firme de actuación política frente a las potentes estrategias neoliberales y neoconservadoras que  dominan el panorama educativo y social. En ese sentido se podría ir construyendo, por parte de los profesores y profesoras, un conocimiento práctico profesional de carácter genuino, que superara los estereotipos y las rutinas profesionales  habituales y abriera el camino hacia un modelo profesional basado en la idea de investigación crítica.

Teoría y práctica, conocimiento y compromiso: Para cambiar la escuela hay que superar el prejuicio de que la teoría está en  el extremo contrario de la práctica: la teoría, cuando es utilizada como instrumento de reflexión e interpretación, en  absoluto está separada de la práctica, sino que mantiene con ella una sólida relación de colaboración. Para comprender  mejor las realidades educativas e intervenir en ellas hay que recorrer continuamente (en ambos sentidos) el camino que va  de la una a la otra. Por ello es necesaria la reflexión sobre el conocimiento que se maneja en la educación; es más, la  reflexión epistemológica resulta indispensable en la formación del profesorado. En parecido sentido, el compromiso con la  intervención para transformar la educación no puede estar separado del conocimiento, que nos proporciona perspectivas y  análisis indispensables para orientar esa intervención. Desde este supuesto, el cambio de la escuela y el cambio de la  sociedad se relacionan estrechamente.

Otro modelo de relación entre el profesorado: Frente a la actuación individualista y frente a la tendencia a refugiarse dentro  de las paredes del aula, es necesario promover nuevos modelos de relación entre los profesionales de la enseñanza.  En esa línea habría que ir tejiendo redes de colectivos -y redes de experiencias escolares- que compartan la visión y el deseo  de construir otra escuela, organizando adecuadamente la resistencia frente al actual modelo escolar hegemónico. Se trataría  de redes flexibles, con muchas conexiones, en las que podrían darse distintos grados de implicación. Habría que cuidar, en ese sentido, los nudos de las redes, que podrían ser tanto grupos con un funcionamiento cohesionado y un grado  de compromiso fuerte como también, por ejemplo, centros en los que se estén desarrollando experiencias de interés  educativo. Internet puede ser, a este respecto, un mecanismo excelente para ayudar a superar los obstáculos espaciales y  temporales, al facilitar la cercanía, la simultaneidad y la pertenencia.

Otro modelo de formación de profesores: La formación inicial y la formación permanente del profesorado se deberían  estructurar en torno al trabajo sobre “problemas prácticos profesionales”. Habría que definir bien esos problemas  relevantes y poner en práctica estrategias de trabajo en torno a ellos, utilizando las experiencias de interés para  fundamentar nuevos pasos en los procesos formativos de otros colegas. Concretamente, habría que garantizar la formación  del profesorado novel en el contexto de una red de profesoras y profesores innovadores dispuestos a ejercer esta tutoría de  una forma comprometida. Ello consolidaría la lucha por la transformación de la educación según los planteamientos estratégicos expresados.-

» Elaborado por el Foro por otra Escuela de Sevilla