KIKIRIKÍ…Nº 87-88. Diciembre 2007-mayo 2008. Dossier: La educación infantil en el siglo XXI.

(Este número aparece con tres páginas en blanco. disculpad las molestias)

SUMARIO COOPERACIÓN EDUCATIVA Nº 87-88 DICIEMBRE 2007 MAYO 2008

* EDITORIAL:..
Reflexiones sobre la carrera docente

* DEBATE: 
EDUCACIÓN INFANTIL Y MERCADO: DILEMAS Y DESAFÍOS.    -Concha Sánchez Blanco
El desarrollo socio-afectivo desde el psicoanálisis. apuntes para una educación de la infancia..    – Mª José Cayetano

* DOSSIER:..
La educación infantil en el siglo XXI.    – Cristóbal Gómez Mayorga
La función preventiva en la educación infantil.    -Mari Carmen Diez Navarro.
Una escuela que construye identidades.    -Cristóbal Gómez Mayorga
El compromiso de educar.    – Montserrat Pedreira Álvarez
Una metodología para la convivencia.    – Cristóbal Gómez Mayorga, Maribel Rubio Carmona, soledad Aracama López, Javier Serrano Durán.
Algunas lecturas para seguir aprendiendo..    – Cristóbal Gómez Mayorga

* TANTEA
Mami de mis amores.    – María Carvajal Jiménez
El árbol de la seda    -Antonia González Ramiro
Mi casa, mi calle, mi pueblo.    -Soledad Aracama López.
Cambiar nuestra calle.    – María Isabel rubio Carmona
La clase de los sentimientos.    – Mª Carmen Martínez Castañeda y Mª José Cayetana López
Miradas y palabras de niños y niñas interpretando a Salvador Dalí.   – Vicenta Pérez Jerez e Isabel Gallardo Fernández
Mira mamá… un Van Gohg.    Eva María Ligero Pérez
Nuestros Paises. Un proyecto sobre geografía sentimental.    – Cristóbal Gómez Mayorga, Cristina Natalia Martínez Medina, Elena García-Filesa, Genoveva Martín

* ESTELAS EN LA MAR
Celestin Freinet: la fuerza de la experiencia.    –  Juan Ramón Jiménez Vicioso .

* EL MURAL.

* COMENTAMOS.

 

EDITORIAL   REFLEXIONES SOBRE LA CARRERA DOCENTE

“Me parece sangrante que un profesor haga un esfuerzo muy notable en su profesión y otros se rían de él por ello” (FERNÁNDEZ, 2007:13)

Estas de reflexiones quieren mantener vivo el debate actual sobre la organización de la futura carrera docente para favorecer que ésta quede estructurada de la forma más progresista posible si  queremos una progresiva mejora en la calidad de los procesos educativos en nuestras aulas y centros, porque es evidente que éstos deben de mejorar. Entendemos que es necesario mantener  abierto este debate para contribuir tanto a la mejora de la formación del profesorado como a un mejor funcionamiento de nuestras escuelas (como ya hicimos en la editorial de nuestro número  de Marzo-Mayo de este mismo año).

Pensamos que la organización de la carrera docente debería invertir los términos actuales, de modo que los docentes que más y mejor trabajan sean el ejemplo a seguir, entre otras cosas  porque tienen el reconocimiento de la administración educativa. Es necesario estimular al profesorado a hacer su actividad docente lo mejor posible, de modo que los que están trabajando  bien se sientan reconocido con incentivos materiales, morales,…. No es cuestión de rebajar el listón para que todos lo alcancen sin ningún esfuerzo; la clave debe de estar en poner el listón a  una altura suficiente para asegurar una buena formación docente, de calidad, y que sea viable de conseguir para que todo docente pueda desempeñar correctamente su profesión. La carrera  docente debe reorganizarse de tal manera que quién no reúna ningún mérito o no tenga el más mínimo entusiasmo e interés, se plantee muy seriamente su futuro como docente.

Es inadmisible que muchas experiencias de innovación fracasen o se vean frenadas por la continua negativa de un grupo de compañeros 0/y compañeras de centro que no sólo se niegan a  implicarse activamente en las propuestas de mejora o actividades del centro, al carecer del menor interés por aprender a, o intentar, mejorar su actividad profesional, sino que  sistemáticamente entorpecen cualquier proceso de cambia. ¿Qué hacer en estos casos? En las condiciones actuales es una pregunta difícil de contestar. No sabemos si dentro de unos años será posible contestarla. Pero esperamos que las diferencias de  reconocimiento e incentivos que plantee la nueva carrera profesional pueda ser una buena solución a la hora de minimizar este tipo de actitudes aunque para ello es preciso, y urgente,  concretar una carrera docente de corte progresista y, por supuesto, que se vaya ajustando poco a poco a partir de procesos de evaluación sobre los efectos que generen en el aula las diferentes  medidas adoptadas. Si algo funciona mal habrá que cambiarlo en cuanto se reúnan suficientes evidencias, sin esperar a una nueva ley.

Todo el mundo es consciente que la calidad del profesorado, con una sólida formación inicial y una considerable formación permanente a lo largo de su carrera profesional, es uno de los  múltiples factores que contribuyen a mejorar los resultados del sistema educativo. Si el profesorado está bien pagado y es reconocido socialmente, entonces se le podrá exigir que trabaje bien y esté bien formado. Por eso nos preguntamos,  ¿Cuándo  seremos capaces de llevar a cabo algo tan lógico y elemental como premiar y favorecer al profesorado que trabaja bien y se implica en su centro, en vez de hacerlo con el que se limita a cumplir el mínimo horario posible y dejar pasar los años?.