“Yo creo que fuimos nacidos hijos de los días, porque cada día tiene una historia y nosotros somos las historias que vivimos…” Eduardo Galeano
¿Te gusta contar historias?
¿Te gusta que te las cuenten?
A mí me encanta. Hoy te voy a contar una.
Cuando yo era pequeña (no hace tanto si lo comparas con los dinosaurios) me pasaba muuuchos ratos escuchando historias.
Para dormirme mi tía, mi padre, mi madre, alguno de mis hermanos o hermanas, una vecina que se llamaba Tere, venían a contarme. Bueno, Tere no me contaba, me cantaba: “Los cochinitos ya están en la cama”.
Me gustaban mucho los cuentos y las canciones por la noche. Cuando nadie venía siempre pedía un vaso de agua del botijo para que alguien apareciera.
Enseguida me tocó contarlos a mis hermanas pequeñas.
Y pronto también, a mi hija y a mi hijo.
Aunque los días fuesen imparables, procurábamos encontrar un ratito para hacerlo. (Así lo llamábamos “El ratito”).
El ratito era nuestro. De ella y yo (con mi hija). De él y yo (con mi hijo). Al principio eran los achuches, las nanas, el calmar y arropar el hambre, el sueño, el miedo. Luego fueron los cuentos, las preguntas (que me hacían) y los achuches. Luego siguieron las lecturas, las dudas, y más preguntas, y más achuches.
Y un día ese ratito cercano se fue yendo. No sé si poco a poco o de repente. Él y ella se fueron a encontrar o buscar sus “ratitos”, sus historias, sus cuentos, y su lugar en el mundo.
Me sigue gustando pasar ratitos con ella, ratitos con él.
Cuéntanos alguna de las historias que has vivido y te han hecho ser quien hoy eres.
Cuéntanos alguna de las historias que te cuentan tus mayores.
Un beso y dulces ratitos para estos días en casa.
Desde Huelva, pas(e)ando por, algún lugar de Uruguay, Madrid, y volviendo a ti.
Gracias por tu bella imagen, M.Jesús Feria.
Gracias por tus palabras, Eduardo Galeano.
Gracias a ti por estar entre redes.
LupeMcepMadrid