MCEP-Madrid: LA VUELTA A LA ESCUELA, UNA OPORTUNIDAD PARA RENOVARLA.

PROPUESTAS del MOVIMIENTO COOPERATIVO DE ESCUELA POPULAR (MCEP)- MADRID

ENCUENTRO VIRTUAL DE MRPs 15 junio 2020

Tras el estado de alarma decretado en el país por motivo de la pandemia de la COVID19, la vuelta a la escuela en septiembre ha sido motivo de debate en nuestro colectivo en estas últimas semanas. Las dificultades encontradas estos meses para atender a todo el alumnado en una escuela confinada son reflejo y consecuencia de carencias y circunstancias de toda índole, social, económica, laboral, educativa… que se han visto incrementadas. Es nuestro deber aprender de ello, analizar como docentes y colaborar en los planes necesarios para mejorar como sociedad.

Resumimos, aquí, los puntos clave en los que creemos que las Administraciones educativas deben incidir de forma especial en este momento, entendiendo que ahora se trata de analizar, aportar, poner el foco en la educación como pilar fundamental de la sociedad y darle el valor que le corresponde.

 

  • La educación presencial es la que garantiza el derecho a la infancia a un desarrollo integral. Las relaciones y el contacto físico son imprescindibles. No puede darse una relación educativa desde la distancia, es necesario el tacto, la proximidad, los afectos, el trato personal, el hacer en pequeño grupo…

La educación a distancia solo puede ser una opción en casos puntuales o en determinadas etapas superiores, siempre y cuando se garantice el acceso de todos los y las estudiantes a los medios informáticos y de comunicación oportunos.

Consideramos que deberían garantizarse las medidas necesarias para que la enseñanza fuera presencial hasta 3º de la ESO, pudiendo combinar, a partir de este curso, la presencial con la educación a distancia, sin olvidar la tutoría como momento importante de encuentro colectivo.

 

  • La brecha digital que se ha puesto de manifiesto durante el confinamiento de los escolares en sus hogares, debe analizarse como una consecuencia de una brecha mucho mayor, una brecha económica, social y cultural en amplios sectores de la población española.

La educación debe velar por la igualdad de oportunidades, la salud emocional y el bienestar de la infancia, garantizar servicios de comedor y transporte y unos servicios educativos inclusivos e igualitarios.

  • La participación de la comunidad educativa y de las distintas administraciones se impone como necesidad y principio fundamental, para asumir medidas extraordinarias en un momento como éste en los centros educativos. El alumnado, las familias, los y las docentes deben constituir mesas de diálogo en los centros para diseñar y hacer seguimiento de planes, de la organización de recursos y de la adaptación a su realidad de las diferentes instrucciones educativas y sanitarias. El personal no docente, auxiliares de comedor y el servicio de limpieza que, en el nuevo escenario se situaría ampliado y dentro del horario escolar, deben formar parte también de esas mesas de diálogo.

Pero no sólo eso, el ayuntamiento, colectivos de barrio, policía local, etc., deberían colaborar en este marco con vocación de servicio público, poniendo a disposición de las escuelas recursos, medios y personal para hacer frente a las necesidades que se plantean en esta nueva “normalidad”.

  • La prioridad, al comenzar el curso, de una especial atención a la salud emocional de los escolares y del profesorado. El confinamiento ha supuesto privaciones de movimientos, de relaciones, de rutinas y la crisis sanitaria ha conllevado consecuencias dramáticas en muchas familias, tanto personales, como económicas y laborales. Nuestros niños y adolescentes han de poder hablar de ello, en un ambiente idóneo donde las emociones se puedan expresar, elaborar y compartir. Hemos de garantizar un currículum emocional con momentos y situaciones de acogida y de tutoría específicamente para ello.

El profesorado, ha visto modificados radical y abruptamente sus métodos de trabajo, sus horarios luchando por conciliar su vida personal con la profesional en jornadas estresantes y muy dilatadas. No podemos obviar que la pandemia ha puesto al desnudo los fallos del sistema y ha puesto en valor otras esferas educativas, otros modos de hacer y de plantear nuestra profesión. La salud emocional del colectivo de los y las docentes también es necesaria, debería poder contar con tiempo para encuentros colectivos, en los primeros días de septiembre, para contrastar aciertos y errores y repensar la escuela, el currículum, la metodología, la evaluación….

  • Reducir la ratio y flexibilizar los espacios, agrupamientos y horarios será imprescindible para abordar la nueva situación en cada centro dotándolos de recursos personales y materiales para ello. Podemos considerar múltiples opciones en este apartado:

—  Hemos de garantizar un menor número de alumnos por clase (dependiendo del tamaño del aula).

—  Ampliar el concepto aula a otros espacios del centro, tanto interiores como exteriores y del barrio o ciudad.

—  Agrupar al alumnado de diferentes formas pudiendo no coincidir necesariamente con el nivel.

—  En Infantil y Primaria, establecer cortafuegos entre los agrupamientos para que cada uno de ellos tenga el menor número de contactos y relaje las medidas impuestas de distanciamiento, lo que se ha dado en llamar “unidad básica de convivencia o burbuja”

—  En 1º y 2º de secundaria, olvidar la estructura tradicional con diez asignaturas, para organizar agrupamientos reducidos por ámbitos de conocimiento (científico-matemático y lingüístico-social), que reduce el número de profesores que se relacionan con cada grupo y permite una metodología interdisciplinar.

—  Escalonar la entrada, salida de las aulas y recreos.

—  Flexibilizar la rigidez horaria, sin ceñir los tiempos de clase a 50 minutos, pudiendo establecer periodos más largos de trabajo.

 

  • Repensar el currículum, adaptarlo a las nuevas circunstancias y a los intereses del alumnado. Debe darse prioridad a un trabajo más abierto, que favorezca la investigación y el intercambio, a partir de una revisión del currículo que potencie el desarrollo de las capacidades personales y una visión más eco-social del mundo. Reflexionar sobre lo que ha pasado y lo que ha supuesto la pandemia en el orden mundial, en la naturaleza, en nuestro entorno social más cercano, etc., debe formar parte del conocimiento y de la ciencia. Así como el uso de las tecnologías, los servicios básicos que necesitamos como sociedad, la ecología y nuestro respeto a los ecosistemas, la coeducación, el valor de lo público, la sociedad de los cuidados…Descubrimiento, búsqueda de información, contraste, análisis y debate, métodos activos de aprendizaje y de interdisciplinariedad, mediante planes de trabajo y de investigación. Manejar los libros de texto como consulta y no como corsés inamovibles de contenidos.

 

  • Abrir la escuela al entorno, considerando la ciudad como espacio susceptible de educar. Una experiencia abierta a espacios públicos, culturales y sociales, donde el alumnado aprenda de y con la ciudadanía. Para ello se precisan planes concretos y ambiciosos para facilitar la movilidad y la colaboración con entidades locales, municipales, museos, comercios, fábricas, familias, etc.

 

DEMANDAS IMPRESCINDIBLES A LAS ADMINISTRACIONES.

Teniendo en cuenta las consideraciones anteriores y las prioridades expuestas, inevitablemente las Administraciones han de contribuir al esfuerzo de toda la comunidad educativa para adaptar la educación a la altura de las necesidades sanitarias y de bienestar emocional individual y colectivo. Demandamos inversiones, coordinación y apuesta decidida por mejorar el sistema educativo.

  • Aumentar considerablemente las plantillas de profesorado para garantizar la reducción de grupos y atención educativa en todas las etapas.
  • Rechazar enérgicamente el recorte en unidades de escuelas públicas y en el ciclo 0-3 en la comunidad de Madrid y apostar decididamente por la educación pública de calidad.
  • Es IMPRESCINDIBLE garantizar las sustituciones de profesorado de baja desde el primer día.
  • Dotar a los centros de más de 400 alumnos (tanto de secundaria como de infantil y primaria) de un trabajador o trabajadora social o PTSC.
  • Asegurar asistencia sanitaria en los centros.
  • Establecer criterios de higiene y limpieza, asegurando material de protección, el personal diario en horario escolar y los recursos materiales necesarios para llevarlos a cabo.
  • Mejorar el equipamiento general e informático de los centros y asegurar que, en caso de rebrotes del virus, ningún alumno o alumna queda desasistido en su hogar de lo necesario para continuar las clases online.
  • Asumir y valorar el esfuerzo que supone esta realidad y no complicar la dinámica escolar con más demandas burocráticas.

 

MOVIMIENTO COOPERATIVO DE ESCUELA POPULAR (MCEP) – MADRID
12 de junio de 2020

2 thoughts on “MCEP-Madrid: LA VUELTA A LA ESCUELA, UNA OPORTUNIDAD PARA RENOVARLA.”
  1. Un documento muy pensado y completo. Me interesan mucho los planteamientos relacionados con la atención al alumnado más desfavorecido a la que esta nueva situación escolar ha dejado totalmente indefenso. Es interesante poder exigir a la administración que vaya por delante en muchas de las propuestas que aquí se hacen.

  2. Li e gostei muito da reflexão sobre o retorno as as au e o período de pandemia.sou Leila Arruda da repef Brasil

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