Mónica Mercado (MCEP Madrid)
Tras un día de asimilación…..sí, continúa la lgtbifobia.
El lunes tuve un problema con una peque que se revolvió muchísimo cuando se enteró de que yo soy bollera. Se revolvió por un asunto familiar que le afecta muy directamente a ella y puso el foco en mí por no tener o conocer más referentes. Su prima ha sido expulsada de su familia por «andar» con niñas y ha sido su propia familia la que la ha acogido a cambio de que ya no «ande» más con niñas. Tiene miedo que les señalen como q están a favor de las lesbianas. En su contexto, en su familia, en su vida como niña, en su no conocer….esperable.
El pasado lunes hubo un problema en clase porque ella agrede a otra peque negra. Ya hemos hablado mucho de esto….pero le dije que no podía pasar a clase si no se daba respeto y q había que generar un espacio seguro también para la otra niña. Secuestrada por su enfado se fue gritando que le iba a contar a todo el mundo lo que yo era y lo que les había contado. No volví a ver a esta niña y nadie vino a hablar conmigo.
El jueves que me tocaba volver al cole…..no vino a mi clase y ya bajé a hablar con el equipo directivo. Me dijeron que la familia había ido al cole a decir que no querían que esta niña volviese a las clases conmigo. La respuesta del equipo fue aceptar, sin mediar nada, la decisión de la familia.
Me impactó tanto que no fui capaz de reaccionar; me quedé callada, mirando a la jefa de estudios sin dar crédito a lo que estaba pasando.
Por suerte, después tenía reunión con la orientadora del cole y la PSC. Ya me habían dicho que podía hablar con ellas y que era seguro así que les conté todo desde el principio. Me dijeron que ya en otras ocasiones habían propuesto talleres de educación sexual y que como claustro, nunca habían aceptado.
Es una situación de terror porque pasan por sus manos miles de personitas en crecimiento y desarrollo a las cuales no se les está dando una respuesta. Es omitir las realidades, es no hacer frente a las diferentes familias, es no a las diferentes identidades de género, es no a todo. Por otro lado, se le está privando a una niña de los apoyos que necesita, que ya es su ultimo año en el cole, por no saber o por no querer mediar y /o gestionar con la familia.
Qué dureza en todo esto. Y sí, ahora puedo identificar la violencia, primero hacia esta niña q se le priva de sus apoyos, hacia tantas personas que pasan por ese cole con la negación de una educación sexual (escrita como bloque de contenidos en la ley) y en último lugar, hacia mí.
Estoy ahora mismo con muchos sentimientos encontrados, pero el enfado y la tristeza me invaden y no me dejan ver opciones. Mi estabilidad emocional se remueve como una centrifugadora.
Eres muy valiente Mónica, no te desamines mucha fuerza. Un abrazo